Enfermedades del ganado vacuno
Las enfermedades que afectan a los animales son una permanente amenaza para la producción pecuaria, y por ello se realizan grandes esfuerzos para combatirlas. Asimismo, el ingreso de una enfermedad animal exótica al territorio peruano, tendría efectos devastadores, no solo cuantificables por el costo directo que la enfermedad podría producir, sino por la pérdida de mercados, debido a embargos comerciales fundamentados en razones zoosanitarias, que serían aplicados de inmediato por los países libres de enfermedades con los que Perú mantenga nexos comerciales.
Principales enfermedades del ganado vacuno presentadas en Catache:
Carbunco
El carbunco es una enfermedad de origen telúrico, contagiosa, aguda y grave, que puede afectar a todos los homeotermos y entre ellos al hombre, causada por Bacillus anthracis, un bacilo Gram positivo, aeróbico y esporogénico.
La transmisión en animales se produce normalmente por ingestión. Los herbívoros pueden infectarse al ingerir esporos vehiculados en plantas y pasto o beber agua con cieno en suspensión. Los brotes se suelen producir en épocas de lluvias fuertes, inundaciones o sequías. Los carnívoros se suelen infectar tras la ingestión de carne contaminada procedente de animales infectados, mientras que los carroñeros y las moscas pueden diseminar la enfermedad tras alimentarse de despojos. En humanos se suele producir un contagio cutáneo al contactar con animales infectados o sus productos contaminados (pellejo, lana y sangre), bien directamente por su manipulación o indirectamente vehiculado por diversos insectos hematófagos. Asimismo es posible un contagio inhalatorio, tras inhalar esporas vehiculadas por el viento, o digestivo tras consumir carne procedente de estos animales.
Piroplasmosis
La piroplasmosis, denominada también babesiosis, tristeza bovina, fiebre de garrapatas o hemoglobinuria infecciosa, es una enferdad que se presenta en vacunos, equinos, ovinos y caprinos. Es causada por hemoparásitos del género babesia, el cual se localiza en el interior de los glóbulos rojos donde se multiplica. Existen dos especies dominantes del género babesia que afecta al rebaño bovino regional como lo son Babesia bigemina y Babesia bovis.
Los síntomas son muy parecidos a los de la anaplasmosis, con un período de incubación de dos a tres semanas en infecciones naturales. El inicio es agudo, presentándose hipertensión, anorexia, polipnea, taquicardia, debilidad, cese de la rumiación, flujo nasal de las mucosas y en fases más avanzadas aparece ictericia. En vacas lecheras produce caída rápida de la producción y pérdida de peso en el rebaño vacuno. También se observan casos de abortos en vacas gestantes.
Cuando la enfermedad es producida por B. bigemina se presenta hemoglobinuria en fases tempranas de la enfermedad y excitabilidad en fases más avanzadas. B. bovis afecta el sistema nervioso central, induciendo incoordinación, convulsiones, furia y en muchos casos la mortalidad es alta.
La piroplasmosis es transmitida a los vacunos por la picadura de la garrapata (Boophilus microplus). En ciertos casos la infección puede ocurrir a través de agujas de inyectadoras, pinzas de descorne y por el uso de sangradores en caso de brucelosis, lo cual sucede rara vez. Sin embargo, la transmisión de mayor frecuencia es por garrapatas, sobre todo en época de lluvias.
( Texto extraído el 20 de abril del 2007 de http://www.ceniap.gov.ve/publica/divulga/fd58/piropl.html)
Fiebre Aftosa
La Fiebre Aftosa es una enfermedad infecciosa de origen viral. Ataca a los epitelios de los animales de pezuña partida como vacunos, caprino, ovinos y porcinos. Se caracteriza por las vesículas o aftas en la mucosa bucal, en los pezones y en la piel inmediata a las pezuñas. Esta enfermedad se presenta en cualquier época del año.
Existen tres tipos de virus que producen la Fiebre Aftosa, denominados respectivamente como virus A, O y C, los cuales están presentes en el país. Un animal sufre de Aftosa por el ataque de uno de los tipos, y si bien por un tiempo el animal puede quedar inmunizado contra nuevas infecciones del mismo virus, no sucede así contra las producidas por los otros dos tipos.
La aftosa es una enfermedad notablemente contagiosa, una vez producido un caso en el rebaño, el mal se generaliza en todos los animales en pocos días.
El agente contaminante es el virus que se encuentra en el líquido de las vesículas o aftas, el mismo que se mezcla con la saliva, leche, orina y la material fecal, de esa forma infecta todos los lugares con que toma contacto el animal enfermo. El virus es muy resistente cuando se encuentra en lugares oscuros y protegidos de los corrales, en esas condiciones se mantiene activo durante meses y años, pero si está expuesto a la luz solar y al aire no se conserva por mucho tiempo; por esta razón, el ganado que es encerrado puede presentar aftosa aun mucho tiempo después de haber estado alojado en el corral un animal enfermo.
El contagio se puede producir por contagio directo, así ocurre cuando los terneros sanos juntan sus hocicos con otros enfermos o cuando los terneros maman de vacas con sus ubres atacadas por la enfermedad. El contagio indirecto es muy común, esto se produce al pasar los animales sanos por lugares infectados, comer el pasto, beber agua contaminadas con la saliva u otro material infectante de animales enfermos. Los ordeñadores pueden también propagar dicha enfermedad. Los pájaros son importantes difusores del contagio en su traslado de lugares infectados hacia otros "limpios" situados a veces a grandes distantes.
Otra forma de difusión en lugares, hasta entonces libres de la enfermedad, es la introducción de animales enfermos procedentes de lugares contaminados, vacunos aparentemente sanos que tienen la enfermedad pero no presentan síntomas, al ser introducidos en estos campos son muchas veces responsables de la difusión de la aftosa.
La enfermedad se manifiesta con fiebre alta (41 - 42°C), falta de apetito y los animales caminan con el dorso encorvado. Después de 48 de haberse presentado la fiebre, aparecen ampollas en la boca llenas de líquido primero amarillento que poco a poco se enturbia. Las ampollas se diferencian de los tejidos sanos que lo rodean y se asientan en la lengua, mucosa de los carrillos y las encías. Puede presentarse una a varias ampollas de diferente tamaño (6 a 7 cm. de diámetro), que al aparecer hacen que el animal sienta intenso dolor en la boca por lo que deja de comer y presenta un intenso babeo (tialismo), además hacen frecuentes movimientos con la lengua escuchándose chasqueados más o menos fuertes.
Al romperse las ampollas producen llagas de bordes blancos y de fondo rojo que luego se hace amarillento, la cicatrización de las llagas se efectúa rápidamente de modo que en el lapso de 7 días todo el proceso termina, las lesiones y la fiebre desaparecen y los animales quedan sanos.
Esta enfermedad de rápida difusión tiene un grado de alta morbilidad (gran cantidad de animales enfermos), en caso de no proceder a realizar tratamiento, puede ocasionar la muerte de los animales.
Las ampollas de las pezuñas se localizan en la piel que las rodea (rodete) el cual se presenta hinchado, doloroso y enrojecido, formándose ampollas que se rompen rápidamente y por la suciedad del suelo, las úlceras que quedan se infectan y estas infecciones secundarias superan la causada por la fiebre aftosa, duran hasta 20 días si la infección es intensa, lo que puede causar puede el desprendimiento de la uña.
En la ubre, sobre todo en los pezones, se presentan las ampollas del tamaño de una aceituna, produciendo intenso dolor por lo que el animal no se deja ordeñar, ni permite mamar a la cría. Puede producirse mastitis.
Las lesiones producidas por la aftosa se lavan con agua y jabón y luego se les aplica un desinfectante (azul de metileno, violeta de genciana o aseptil rojo), paralelamente debe dársele al animal una alimentación adecuada. Muchas veces debido a la presencia de ampollas en la lengua y carrillos, el animal no puede ingerir alimentos por lo que es necesario administrar suplemento vitamínico e hidratarlo por vía intravenosa.
Un tratamiento casero es el uso de limón con sal, infusiones de agua con tara o agua con alumbre.
(Texto extraído el 20 de abril del 2007 de http://www.piurarural.org/temas/vacuno5.htm)
Como sostienen los pobladores de distrito, el Carbunco (51%) y la Fiebre aftosa (26%), son las principales enfermedades que se presenta en los vacunos de la zona. Sin embargo la infección animal por Fasciola hepatica en la región de Cajamarca, indican que la tasa de infección es de aproximadamente 75% del ganado vacuno, afectando la producción ganadera, por muerte de animales, menor producción de carne y de leche. La población está expuesta a la infección al ingerir vegetales, principalmente berro o abastecerse de agua de pozos que contiene la metacercaria, la forma infectante del parásito. Las cifras de infección humana tomada de diferentes encuestas, indican la presencia tanto en zona urbana como rural, afectando principalmente a la población escolar, estimando un promedio de 2 % en zonas urbanas y 15 % en rurales., cifras comparables con otras zonas ganaderas del país como Huancayo, Cuzco o Puno.
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