sábado, 29 de septiembre de 2012

VIVEROS DE CITRICOS

VIVERO DE CITRICOS Se denomina vivero al terreno donde se multiplican y crecen, después de su traslado de los almácigos, los árboles hasta su plantación en los campos en donde han de vivir definitivamente, después de recriados. Según las funciones que cumpla, el vivero puede ser netamente localista, para suplir las necesidades del propio lugar, o de índole comercial, para producir plantas destinadas a la venta. Es conveniente que el vivero se encuentre en cercanía a las vías de acceso. El terreno más indicado para instalar el vivero será, pues, aquel que por su composición represente el término medio de los suelos de la región, debiéndose preferir una tierra areno-arcilloa, con discreta proporción de humus, donde no se acumule el agua, de pendiente adecuada (0,5 a 1 %) y y buena orientación. Para llegar a implantar un vivero se desarrollará cada uno de los pasos a seguir: OBTENCIÓN DE LA SEMILLA Las semillas que se utilizan es de la mandarina variedad Cleópatra que sirven como pie de injerto. Se recoge los frutos en yutes, dejando fermentar unos tres días. Luego se extrae la semilla, se lava y se deja sacar a la sombra. De 700 frutos de mandarinas se obtiene un 1 kg de semilla. De las cuales se obtiene de 10.000 a 11.000 semillas. En un fruto hay de 13 a 23 semillas. Las semillas tienen una viabilidad aproximada de 30 días, a partir de ese tiempo cuanto más tiempo se deja reduce su viabilidad. PREPARACIÓN DE LAS ALMACIGUERAS Las camas de almácigo, se utiliza material local para los bordes como tallos de bambu, de charo. No existe reglas fijas para sus dimensiones, pero la práctica aconseja que las mismas tenga un ancho aproximado de 1 m para facilidad de trabajo, y de 6 a 10 m de largo, pues son más fáciles de nivelar, los riegos son más uniformes. La experiencia... [continua] Leer Ensayo Completo Cite este ensayo